¿Cómo saber si eres demasiado celoso o celosa?
Friedrich
Hebbel, un poeta alemán, dijo: “cualquier cosa que el hombre gane debe pagarla
cara, aunque no sea más que con el miedo de perderla”. Esto significa que
todos, cuando mantenemos una relación de pareja,
experimentamos cierta preocupación por la posible pérdida de la persona amada. En algunas ocasiones ese temor se
traduce en celos. Sin embargo, se trata de celos sanos pues solo implican una
preocupación comprensible y racional por la pérdida.
Los celos sanos son aquellos en los que la preocupación o el miedo a perder a la persona amada no nos hacen perder
nuestra capacidad de raciocinio. Podemos experimentar cierta preocupación pero esta no nubla nuestra mente ni nos conduce a sacar
conclusiones irracionales o a imaginar situaciones inexistentes. La persona que
siente unos celos sanos desea que su pareja permanezca a su lado pero no
intentará controlarla. Además, esos celos no provocan un malestar intenso en la persona ni
afectan seriamente la relación.
No
obstante, los celos patológicos van un paso más allá, hasta el punto que se pueden
catalogar como un trastorno.Este tipo de celos son infundados y pueden llegar a obsesionar a la persona
que los padece, convirtiéndose en el centro
alrededor del cual gira su mundo. Como resultado, repercuten negativamente en
su comportamiento y generan hostilidad, autocompasión y una profunda inseguridad.
La
persona que experimenta celos obsesivos llega a demandar que su pareja no se
implique emocionalmente con nadie, muchas veces, ni siquiera con sus amigos. Para evitar que esto
suceda, se dedica a vigilar cada uno de sus movimientos, llegando a imponer
reglas absurdas. Esa presión constante termina
convirtiéndose en una bomba de tiempo para la relación pues la otra persona se siente atrapada y vigilada.
Síntomas de la celotipia
La
persona con celotipia no siempre es consciente de su problema, suele pensar que
sus celos son normales. Sin embargo, el primer
paso para superar los celos consiste en reconocer su existencia. Por eso, es
importante que leas con atención los siguientes
comportamientos y analices si te ves reflejado en algunos:
§ Tienes un miedo excesivo a perder a tu pareja que te hace sentir
mal.
§ Imaginas frecuentemente que tu pareja te engaña con otra persona.
§ Analizas meticulosamente el comportamiento de tu pareja buscando
señales que confirmen una posible infidelidad.
§ Vigilas a tu pareja o vulneras su intimidad, por ejemplo mirando
sus mensajes de móvil o sus correos electrónicos.
§ Controlas en exceso y limitas el día a
día y la vida de tu pareja.
§ Odias a los amigos y colegas de trabajo de tu pareja porque
pueden pasar tiempo con él/ella.
§ Tus celos no tienen una base real sino que se fundamentan en
situaciones imaginarias o en conclusiones que extraes a partir de pequeños detalles.
§ Los celos están afectando tu vida,
hasta el punto que duermes poco o sufres cuando tu pareja no está a tu lado. La obsesión
por una posible infidelidad o el abandono te impiden vivir plenamente.
§ Le exiges a tu pareja que te cuente todo lo que hizo a lo largo
del día en la búsqueda de pistas que
desvelen un posible engaño.
§ Llamas a tu pareja con frecuencia, solo para saber qué está haciendo. Cuando no
responde imaginas que te está engañando con otra persona.
§ Te comparas constantemente con las personas con las que se
relaciona a diario tu pareja porque tienes miedo a salir mal parado/a.
§ Sufres una gran ansiedad cuando tu pareja tarda más de lo habitual en llegar a casa o a una cita e inmediatamente
piensas que te está siendo infiel o ha perdido el interés por vuestra relación.
¿Cuáles son las causas de los celos obsesivos?
Las
causas de los celos patológicos varían de una persona a otra, aunque en su base normalmente se encuentra una gran inseguridad,
una baja autoestima y una falta de confianza en sí
mismo. La persona celosa no cree que sea digna de amor, por lo que cualquier
detalle, una mirada o una tardanza, es suficiente para encender la mecha de los
celos.
En muchos casos esa inseguridad se puede rastrear hasta la
infancia, generalmente debido a unos padres que estuvieron ausentes
emocionalmente y no satisficieron las necesidades de protección y cariño del niño. En otros casos la inseguridad puede estar provocada por una
experiencia traumática o humillación vivida en una relación de pareja anterior.
No
obstante, también se ha apreciado que detrás de los celos patológicos hay determinadas características de personalidad, como la necesidad de tener el control y la
tendencia a exagerar la realidad. Se trata de personas que tienen una gran habilidad para hacer
una tormenta en un vaso de agua. También suelen tener escasas
habilidades sociales, por lo que piensan que si su pareja les abandona no podrán ser felices ni encontrar a otra persona que les ame. De hecho,
los celos de pareja suelen esconder una dependencia emocional.
En
la base de los celos enfermizos también se encuentran determinadas creencias, como pensar que la pareja
es una posesión y, por tanto, solo puede mostrar amor hacia él/ella. En otros casos los celos esconden una preocupación obsesiva por la imagen social. La persona cree que si su
pareja le engaña los demás se reirán de él/ella. Para evitar esa situación, desarrolla
una actitud controladora.
Las consecuencias de los celos
enfermizos
Cuando
los celos son irracionales se convierten en una patología. La persona vive acechada por sus miedos, inseguridades y
sospechas. La idea de que su pareja pueda engañarle
o abandonarle le sume en un estado de hipervigilancia, a la búsqueda de señales que confirmen sus
peores temores. Obviamente, alguien que vive de esta forma no puede ser feliz.
Por otra
parte, llega un punto en el que ese control obsesivo
resulta insoportable para la otra persona, por lo que los celos
terminan dañando irremediablemente la
relación de pareja. La sensación de ser observados y controlados hace que, tarde o temprano, la
pareja cambie su forma de comportarse y sea menos solícita y cariñosa, alejándose primero emocionalmente y luego físicamente. La falta de confianza destruye cualquier posibilidad
de diálogo y ahoga a la otra persona.
En ese
punto, la angustia e infelicidad que puede
experimentar la persona celosa es tan grande que le desestabiliza emocionalmente.
Entonces puede cometer actos desesperados, desde la agresión física a su pareja hasta el
suicidio. De hecho, muchos de los casos de violencia de género que aparecen en las noticias están motivados por unos celos patológicos.
Cómo superar los celos
con tratamiento psicológico
Te gusta
tu pareja. Tanto que no sabes por qué has desarrollado unos celos tan exagerados. Temes perderla y eres
consciente de que debes controlar los celos pero no sabes cómo hacerlo. Te
enseñaré cómo superar los celos.
Te enseñaré Técnica y Herramientas para acceder a las emociones que están grabadas en tu cerebro y que te impiden amar de una manera sana. También trabajaremos con las
creencias irracionales que te impiden controlar los celos y dan pie a los
errores de interpretación.
Gracias a
las técnicas que utilizo, no solo podrás saber cómo controlar los celos sino que además podrás:
§ Encontrar el origen de tus celos de pareja.
§ Superar el miedo a la soledad y al abandono, así como la ansiedad que esto genera.
§ Aumentar la autoestima y la confianza en ti mismo/a.
§ Eliminar los prejuicios y las creencias irracionales sobre la
infidelidad, asumiendo una actitud más
objetiva.
§ Descubrir que eres único
e irrepetible, y que mereces el amor de otra persona.
§ Vivir tu relación desde una posición de igualdad al comprender que la pareja no es una propiedad y
merece libertad.
§ Desarrollar habilidades sociales que te permitirán mantener una comunicación más fluida con tu pareja, para consolidar la relación.
§ Aprender a confiar en la persona que has elegido como pareja.