9 CONSEJOS PARA TENER UN CEREBRO SANO Y FUERTE
Cuanto más nos cuidamos, nuestra salud se verá reforzada en casi todos los
aspectos, y la gente finalmente se está dando cuenta de esta gran verdad que
intentamos transmitir como mejor podemos en este blog. Sin embargo, hay un
órgano que tal vez no le damos la suficiente importancia. Cuidamos nuestro físico,
nuestra dieta… ¿pero cuidamos nuestro cerebro?
En definitiva, no hay órgano más importante que el cerebro. Ya podemos tener un
corazón que funciona perfectamente, unos buenos pulmones, unos músculos muy
fuertes, y un largo etcétera, pero nuestro yo, nuestra personalidad, nuestra conciencia
de todo lo que nos rodea, se encuentra en el cerebro, y éste también requiere sus
cuidados.
Por tanto, es hora de tener en cuenta al cerebro, y qué mejor manera que siguiendo
siguientes consejos que han sido demostrados científicamente. Aquí van:
Cuanto más nos cuidamos, nuestra salud se verá reforzada en casi todos los
aspectos, y la gente finalmente se está dando cuenta de esta gran verdad que
intentamos transmitir como mejor podemos en este blog. Sin embargo, hay un
órgano que tal vez no le damos la suficiente importancia. Cuidamos nuestro físico,
nuestra dieta… ¿pero cuidamos nuestro cerebro?
En definitiva, no hay órgano más importante que el cerebro. Ya podemos tener un
corazón que funciona perfectamente, unos buenos pulmones, unos músculos muy
fuertes, y un largo etcétera, pero nuestro yo, nuestra personalidad, nuestra conciencia
de todo lo que nos rodea, se encuentra en el cerebro, y éste también requiere sus
cuidados.
Por tanto, es hora de tener en cuenta al cerebro, y qué mejor manera que siguiendo
siguientes consejos que han sido demostrados científicamente. Aquí van:
1. Come alimentos con gran variedad y cantidad de nutrientes
Se ha demostrado que la dieta, aparte de tener una clara relación con nuestro estado
físico de salud, influye en gran medida en nuestras emociones y procesos cognitivos.
Por ejemplo, una dieta rica en ácidos grasos omega-3 puede mantener nuestro cerebro
en forma. Por el contrario, una dieta rica en ácidos grasos saturados, puede incrementar
l riesgo de trastornos neurológicos. Por ello, si conocemos de antemano que lo que comemos
a diario afecta a este órgano, podremos conseguir un cerebro sano.
Empieza por comer alimentos que contengan una gran variedad y cantidad
de nutrientes, como huevos, carnes orgánicas, frutas y verduras. Incrementa
el consumo de ácidos grasos omega-3, que pueden ser encontrados en el pescado
l y en las nueces; y evita en la medida de lo posible alimentos procesados.
Se ha demostrado que la dieta, aparte de tener una clara relación con nuestro estado
físico de salud, influye en gran medida en nuestras emociones y procesos cognitivos.
Por ejemplo, una dieta rica en ácidos grasos omega-3 puede mantener nuestro cerebro
en forma. Por el contrario, una dieta rica en ácidos grasos saturados, puede incrementar
l riesgo de trastornos neurológicos. Por ello, si conocemos de antemano que lo que comemos
a diario afecta a este órgano, podremos conseguir un cerebro sano.
Empieza por comer alimentos que contengan una gran variedad y cantidad
de nutrientes, como huevos, carnes orgánicas, frutas y verduras. Incrementa
el consumo de ácidos grasos omega-3, que pueden ser encontrados en el pescado
l y en las nueces; y evita en la medida de lo posible alimentos procesados.
2. Pasa más tiempo con las personas que más quieres
En 2008, un estudio de Harvard demostró que unas buenas relaciones sociales pueden
retrasar la pérdida de memoria a medida que envejecemos. Como consecuencia,
tener la suficiente interacción social con la gente, sobre todo con las personas
que más nos importan, es crucial para que el cerebro permanezca saludable.
Conclusión: pasa más tiempo con tu familia, tus amigos y tu pareja en caso de
tenerla.
En 2008, un estudio de Harvard demostró que unas buenas relaciones sociales pueden
retrasar la pérdida de memoria a medida que envejecemos. Como consecuencia,
tener la suficiente interacción social con la gente, sobre todo con las personas
que más nos importan, es crucial para que el cerebro permanezca saludable.
Conclusión: pasa más tiempo con tu familia, tus amigos y tu pareja en caso de
tenerla.
3. Aprende un segundo idioma u otra actividad nueva para ti
Cuántas veces habremos dicho en Medciencia que el aprendizaje de un nuevo idioma
es muy saludable para nuestro cerebro. Las investigaciones han demostrado que aprender un nuev
idioma puede mejorar las capacidades cognitivas de tu cerebro, previniendo la pérdida de memoria en el
futuro.
Este efecto también se produce si aprendemos a tocar un instrumento musical,
o hacer algo nuevo que nunca antes habíamos realizado. Para un cerebro en
forma, hay que salir de nuestra zona de confort.
Cuántas veces habremos dicho en Medciencia que el aprendizaje de un nuevo idioma
es muy saludable para nuestro cerebro. Las investigaciones han demostrado que aprender un nuev
idioma puede mejorar las capacidades cognitivas de tu cerebro, previniendo la pérdida de memoria en el
futuro.
Este efecto también se produce si aprendemos a tocar un instrumento musical,
o hacer algo nuevo que nunca antes habíamos realizado. Para un cerebro en
forma, hay que salir de nuestra zona de confort.
4. Practica HIIT
El HIIT (Hight Intensity Interval Training), o entrenamiento en intervalos de alta intensidad
, se trata de un tipo de entrenamiento que intercala periodos cortos de ejercicios
cardiovasculares muy intensos con ejercicios de intensidad moderada o baja.
Un estudio demostró que practicar HIIT dos veces a la semana y realizar ejercicios
fuerza dos veces a la semana durante cuatro meses incrementa la oxigenación
del cerebro, así como la cantidad máxima de oxígeno que podemos utilizar y las
funciones cognitivas.
El HIIT (Hight Intensity Interval Training), o entrenamiento en intervalos de alta intensidad
, se trata de un tipo de entrenamiento que intercala periodos cortos de ejercicios
cardiovasculares muy intensos con ejercicios de intensidad moderada o baja.
Un estudio demostró que practicar HIIT dos veces a la semana y realizar ejercicios
fuerza dos veces a la semana durante cuatro meses incrementa la oxigenación
del cerebro, así como la cantidad máxima de oxígeno que podemos utilizar y las
funciones cognitivas.
5. Duerme lo suficiente
La ciencia ha demostrado que no llevar una rutina de sueño correcta puede alterar
significativamente nuestras funciones cerebrales. Aunque las horas de sueño que
necesita cada persona puede variar enormemente, intenta dormir como mínimo siete
horas siguiendo una rutina; es decir, acostarse y despertarse más o menos a la misma
hora todos los días.
¿Por qué esto es tan importante? Porque disponemos de una serie de ritmos biológicos
que se pueden alterar fácilmente si no controlamos las horas de sueño.
La ciencia ha demostrado que no llevar una rutina de sueño correcta puede alterar
significativamente nuestras funciones cerebrales. Aunque las horas de sueño que
necesita cada persona puede variar enormemente, intenta dormir como mínimo siete
horas siguiendo una rutina; es decir, acostarse y despertarse más o menos a la misma
hora todos los días.
¿Por qué esto es tan importante? Porque disponemos de una serie de ritmos biológicos
que se pueden alterar fácilmente si no controlamos las horas de sueño.
6. Aprende a meditar o practicar yoga
En otras palabras, ¡relájate! Esto ya es bastante personal, pues aquí cada uno puede utilizar
una técnica u otra para desconectar de nuestra ajetreada vida diaria.
Un estudio realizado en la Universidad de California (Los Ángeles) ha demostrado que
el yoga y la meditación no solo pueden reducir los niveles de estrés en personas
sanas, sino también en aquéllos con demencia y enfermedad de Alzheimer.
En otras palabras, ¡relájate! Esto ya es bastante personal, pues aquí cada uno puede utilizar
una técnica u otra para desconectar de nuestra ajetreada vida diaria.
Un estudio realizado en la Universidad de California (Los Ángeles) ha demostrado que
el yoga y la meditación no solo pueden reducir los niveles de estrés en personas
sanas, sino también en aquéllos con demencia y enfermedad de Alzheimer.
7. Reduce el consumo de cafeína y alcohol
Un consumo prolongado de cafeína puede ser perjudicial para nuestra salud a largo plazo.
estudio ha demostrado que aunque a corto plazo la cafeína es un importante estimulante,
a la larga puede estrechar los vasos sanguíneos que se encuentran en los lóbulos
temporal y prefrontal de la corteza cerebral, unas áreas muy importantes del
que si se ven afectadas pueden disminuir nuestra memoria y producir depresión.
¿A partir de cuánto la cafeína y el alcohol es perjudicial? Una taza de café cada día o
un par de vasos de vino cada semana no es perjudicial ni mucho menos, pero si
sobrepasas esas cantidades tienes que ir pensando en reducir la cantidad de
alcohol y/o cafeína en beneficio de tu cerebro. La clave está en el equilibrio:
ni mucho, ni poco.
Un consumo prolongado de cafeína puede ser perjudicial para nuestra salud a largo plazo.
estudio ha demostrado que aunque a corto plazo la cafeína es un importante estimulante,
a la larga puede estrechar los vasos sanguíneos que se encuentran en los lóbulos
temporal y prefrontal de la corteza cerebral, unas áreas muy importantes del
que si se ven afectadas pueden disminuir nuestra memoria y producir depresión.
¿A partir de cuánto la cafeína y el alcohol es perjudicial? Una taza de café cada día o
un par de vasos de vino cada semana no es perjudicial ni mucho menos, pero si
sobrepasas esas cantidades tienes que ir pensando en reducir la cantidad de
alcohol y/o cafeína en beneficio de tu cerebro. La clave está en el equilibrio:
ni mucho, ni poco.
8. Ahorra un poco de dinero cada día
¿Y qué tiene que ver ahorrar dinero con tener un cerebro saludable? Aunque de primera
s parece que ahorrar dinero no tiene ningún impacto en nuestro cerebro, sí que tiene
a cierta relación: como ahorrar dinero produce importantes efectos en nuestros
propósitos financieros, en último término afecta a nuestras funciones cerebrales.
De nuevo, la ciencia ha demostrado que si tenemos un plan de seguros financieros
pensado, esto puede mejorar nuestras funciones superiores como la organización
y la planificación de eventos futuros.
¿Y qué tiene que ver ahorrar dinero con tener un cerebro saludable? Aunque de primera
s parece que ahorrar dinero no tiene ningún impacto en nuestro cerebro, sí que tiene
a cierta relación: como ahorrar dinero produce importantes efectos en nuestros
propósitos financieros, en último término afecta a nuestras funciones cerebrales.
De nuevo, la ciencia ha demostrado que si tenemos un plan de seguros financieros
pensado, esto puede mejorar nuestras funciones superiores como la organización
y la planificación de eventos futuros.
9. Añade aceite de coco a tu dieta
Un reciente estudio ha demostrado que añadiendo aceite de coco a nuestra dieta
podemos reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de
Alzheimer y el Parkinson. Esto se debe a que el aceite de coco contiene triglicéridos
ácidos grasos de cadena media que son los responsables de incrementar nuestras
capacidades cognitivas desde que se consume por primera vez.
En resumidas cuentas, mantener joven tu cerebro es tan fácil como seguir cada uno
de estos consejos. ¿Cuál de ellos vas a escoger? Os invito a que si tenéis cualquier otro
tipo de sugerencia lo compartáis conmigo, gracias.
Un reciente estudio ha demostrado que añadiendo aceite de coco a nuestra dieta
podemos reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de
Alzheimer y el Parkinson. Esto se debe a que el aceite de coco contiene triglicéridos
ácidos grasos de cadena media que son los responsables de incrementar nuestras
capacidades cognitivas desde que se consume por primera vez.
En resumidas cuentas, mantener joven tu cerebro es tan fácil como seguir cada uno
de estos consejos. ¿Cuál de ellos vas a escoger? Os invito a que si tenéis cualquier otro
tipo de sugerencia lo compartáis conmigo, gracias.
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